

Si no se cambia el aceite, éste se pone más y más sucio. El aceite sucio no lubrica de forma adecuada, por lo que aumenta la fricción y la temperatura de funcionamiento lo que provoca que el motor se desgaste con más rapidez.
Un buen aceite debe ser fluido cuando la temperatura del motor es baja y que conserve la viscosidad necesaria para no escurrirse cuando el motor ya esté caliente. La viscosidad es importante. Ya sea grasa, aceite de motor o lubricante para engranajes, si el lubricante es muy espeso, el gasto de combustible aumenta y se le aplica demasiada presión a los componentes. Si el lubricante es demasiado poco espeso, no ofrecerá la protección que necesitas.
En todos los aceites hay dos cifras, (20W50) El primero es el número de la viscosidad a temperaturas frías, la W significa Winter (invierno), y la última cifra indica la viscosidad del aceite con el motor caliente.
Hay distintos tipos de aceite, que dependen del diseño de los motores que poseen los vehículos, si son a gasolina, diesel o a gas. El cambio de aceite se realiza dependiendo de la marca, el modelo y el año de fabricación del auto, así como también de la forma en la que se lo maneja.